El Ayuntamiento ha realizado una reforma integral de las instalaciones y renovado el menaje tanto de las habitaciones y zonas comunes como de la cocina.
Unas 400 personas residirán este verano en el chalé municipal de Matalascañas. Aproximadamente la mitad son pensionistas que se alojarán allí de lunes a viernes y la otra mitad, vecinos y vecinas de colectivos asignados por sorteo, los fines de semana. Los precios para pensionistas son muy asequibles: se acogen a las ordenanzas municipales y van en función de sus ingresos.
Este verano se ha abierto después de dos años cerrado por la pandemia. En este tiempo, el chalé ha sido objeto de varias reformas y la renovación del menaje de las habitaciones, cocina y zonas comunes. También se ha renovado la decoración y las habitaciones, pasillos y salones cuentan con imágenes de San Juan.
El chalé, ubicado en el sector C de Matalascañas en primera línea de playa, tiene una superficie construida de 907 m2 y útil de 566 m2. Dispone de 27 plazas para residentes distribuidas en 12 habitaciones con 3 baños.