Protección Civil cambia juguetes por sonrisas en el hospital infantil

Juguetes Prtección Civil hospital

Protección Civil cambia juguetes por sonrisas en el hospital infantil

#Colectivos #Seguridad Ciudadana 30/12/2019

Los voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de San Juan de Aznalfarache vivieron este domingo 29 de diciembre unos momentos que no van a olvidar en mucho tiempo. Durante las últimas semanas habían reunido más de 250 juguetes, nuevos, que ese día repartieron entre los niños ingresados en el hospital Virgen del Rocío. Inicialmente los iban a destinar a oncología infantil pero finalmente se pudieron repartir también en observación y en planta.

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Joaquín Ayuso, responsable de la Agrupación de Protección Civil en la localidad explicó que habían recurrido a la solidaridad de los comerciantes de San Juan, «han sido muchos los comercios que nos han donado juguetes, también algunos colectivos o personas individualmente que han querido colaborar». El resultado es «lo que estamos viviendo esta mañana, un rato de felicidad para estos niños y también para sus familias que pasan por un mal momento en estas fechas navideñas».

La agrupación se dividió en dos grupos para pasear por todas las habitaciones del Infantil. Uno de ellos comenzó en el área de oncología, donde había muchas habitaciones vacías, una sorpresa agradable. Papá Noel, una dulce princesa de cuento y otros voluntarios de la Agrupación fueron los encargados de cambiar a los niños un juguete por una sonrisa. Y lo consiguieron.

En el hospital infantil están habituados a que durante estos días finales de cada año lleguen grupos a diario, dos en ocasiones, que tratan de hacer pasar un buen rato a los niños. Todos son bien recibidos. Todos logran que durante un rato, unos minutos, los niños y las familias olviden la enfermedad y disfruten de la sonrisas que se dibuja en el rostro de los pequeños.

Ellos se encargan de generar la infraestructura para que la visita sea posible, con seguridad y con alegría. Ayudan con indicaciones sobre la edad de los niños, sus gustos, las características del juguete que se les puede dejar. Y lo hacen sin abandonar su trabajo, durante el rato que dura el reparto tienen que estar pendientes de la posibilidad de que llegue alguna urgencia que deban atender.

«Yo me llevo la sonrisa tan bonita de ese niño. Aunque hemos estado todo el tiempo con un nudo en la garganta y no hemos dormido ninguno de la agrupación en toda la noche. Pero solo esa sonrisa paga todo el esfuerzo que hemos hecho para lograr realizar esta donación». Así contaba una de las voluntarias de la agrupación la experiencia que habían vivido durante la mañana.