Los controles de la Policía Local pretenden evitar abusos de quienes no respetan el confinamiento

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Los controles de la Policía Local pretenden evitar abusos de quienes no respetan el confinamiento

#Seguridad Ciudadana 14/04/2020

La Policía Local de San Juan de Aznalfarache realiza una labor incansable desde la declaración del Estado de Alarma. Controles de tráfico en distintos lugares de pueblo, información constante a la ciudadanía que intenta resolver sus dudas sobre qué puede hacer y qué no. Y además, sacan algunos minutos al día para elevar el ánimo de la población tras el aplauso diario a los sanitarios.

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A las 11:30 de la mañana un coche de Policía Local estaciona en la rotonda que da acceso de la Calle Concordia. Unos segundos después un segundo patrullero se coloca justo en la salida de la calle Coria. Están a punto de montar uno de los controles de tráfico que durante estos días se pueden ver en distintas zonas del pueblo y a distintas horas del día. Normalmente en zonas de acceso y salida de la localidad como es el caso.

El objetivo, según explica el Subinspector jefe de la Policía Local, Antonio García, es evitar que algunas personas irresponsables rompan el confinamiento sin causa justificada. «Fundamentalmente lo que pretendemos es disuadir a las personas que no están por la labor de cumplir con lo ordenado por el Gobierno».

Un día laborable, martes, a las 11.30 de la mañana. Los atascos en la Avenida de Palomares, tanto en dirección Mairena como de entrada a San Juan, deberían ser monumentales. Hoy no llega a acumularse ni una decena de vehículos esperando. Solo uno de ellos hace sonar el claxon con cierta impaciencia. Todos comprenden que es necesario que se realicen este tipo de acciones.

Y es que la mayor parte de la ciudadanía está siendo responsable en estos 31 días que ya cumplimos de confinamiento. «Hay que decir que en líneas generales la población es responsable. Es verdad, que hay algunas personas sin sensibilidad que son denunciados, pero no es la mayoría, son casos aislados».

Todos los coches tienen que parar, no se trata de un control aleatorio. Solo se permite pasar a los vehículos claramente identificados como coches de empresa. La ambulancia de protección Civil, una grúa de obra, un coche comercial de una cadena de alimentación, un autobús metropolitano. Para el resto de conductores son unos pocos segundos. El tiempo necesario para identificarse y demostrar que están en la calle con una justificación. «Voy al estanco y a Bonsabor», explica una conductora al jefe de la policía Local.

Durante el estado de alarma se han propuesto 464 sanciones por parte de las Fuerzas de Seguridad, pero la labor de la Policía Local no se limita a imponer sanciones. Además del control, los agentes hacen un esfuerzo por mantener informada a la población y aclarar las muchas dudas que están surgiendo. «Un decreto no puede contener toda la casuística real», explica Antonio García, «son innumerables las consultas. De alguna manera, somos el último punto de información del Gobierno en la calle»

Por las tardes, después del aplauso sanitario, cuando las familias se asoman unos instantes a los balcones, a las terrazas, a las ventanas de sus casas. Cuando toman aire y saludan a los vecinos, los patrulleros recorren las calles con las sirenas encendidas. «Atravesamos momento duros», señala el Subinspector, «y la Policía está para intentar que esto sea lo más llevadero posible. Nuestra función es garantizar el bienestar de la ciudadanía y esto también puede formar parte de ello».

A veces con música; a veces, solo aplauden a través de las ventanillas del patrullero. Es su manera de decirnos que están ahí. Es también parte de su trabajo desde que nos escondemos para intentar esquivar al bichito. Es su manera de animarnos a resistir.